La literatura Europa, Oriente Medio y Asia está llena de imágenes de jardines. El jardín representa el paraíso y la morada del alma, los emperadores de China y de Vietnam mandaban a construir tumbas en destacados y tranquilos jardines, donde finalmente serían enterrados. El jardín del Edén de la Biblia simboliza el estado de perfección que Adán y Eva tuvieron que abandonar, mientras que un jardín amurallado con una sola salida representaba el muro de pureza que rodeaba a la Virgen María.
Se empieza a utilizar en el Renacimiento, su forma crea la confusión e intimidad para el encuentro de enamoras. Se creía que estos representaban el viaje de la oscuridad a la luz o la sabiduría secreta descubierta tras la superación de una prueba, atrapan a los malos espíritus.
Las columnas de el patio romano se imitan en el jardín a través de rejas que se cubrían con plantas de flor para ofrecer sombras y fragancias. Este al ser un lugar retirado, el cenador simboliza la seguridad del útero y la rosa el amor eterno.
Estos pequeños arboles en miniatura simbolizan el dominio del hombre sobre la naturaleza y representa la inmortalidad.
Los jardines zen de los monasterios de los monjes Zen se construyen jardines a base de rocas desnudas, para representar el universo en un microcosmos, y algunos añaden la arena rastrillada con piedras y guijarros para crear la impresión de un océano con islas en miniatura. Estos representan la verdad fundamental
Al representar los jardines un símbolo del mundo natural, se considera como el hogar de los espíritus. Las estatuas establecen la personificación de los espíritus desde los dioses clásicos de Grecia y Roma hasta los gnomos celtas.
Se cree que este es símbolo del principio femenino y como fuente de vida, posee propiedades mágicas.
Luis XIV, conocido como el Rey Sol, quiso demostrar su superioridad a través de una remodelación del paisaje, de modo que sus alrededores reflejasen su poder.
Esta hoja perenne es un símbolo de la inmortalidad y la victoria, estos se cultivan en macetas como símbolo de honor y longevidad.
Los jardines de parterres se componen de bandas entrelazadas de arbustos, cada una con un causa central. Los parterres simbolizan el amor, el matrimonio, el destino y protegen del mal.
Como antes hemos dicho, aquí Adán y Eva vivieron en un estado de inocencia natural, en armonía con los animales hasta que fueron expulsados de el Paraíso.
Cuatro ríos nacen bajo el Árbol de la Vida en el centro del mundo, la fuente del elixir de la inmortalidad. Este simbolismo se repite en los jardines europeos, donde cuatro senderos conducen a una fuente principal.
En estos lugares se realizaban ritos sagrados, se crearon para los jardines griegos y romanos como cuevas artificiales para reforzar la unión mágica entre el jardín y la naturaleza; en el renacimiento se introdujeron otra vez como elemento esencial del diseño clásico.
Para los árabes los jardines simbolizaban el paraíso terrenal, descrito por el Corán como un lugar abundante de sombras largas con fuentes en las que el agua emana a borbotones. La fuente para ellos
simboliza la vida eterna.
Estos simbolizaban el útero y el principio protector femenino. Representaban la privacidad, la discreción y la virginidad. Poseen un fuerte simbolismo religioso, ya que representan la iluminación espiritual.
Fuente:
http://simbolosysignos.blogspot.com.es/2009/01/jardines.html
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